INTELIGENCIA:
Facultad de la mente que permite aprender, entender,
razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. La inteligencia
es una capacidad mental muy general que implica habilidad para razonar,
planificar, resolver problemas, pensar de forma abstracta... La inteligencia
es la capacidad de elegir, entre varias posibilidades, aquella opción más
acertada para la resolución de inconvenientes y dificultades. En este sentido,
cabe distinguirla de la sabiduría, en tanto que esta última es tan solo una
acumulación de conocimiento, mientras que la inteligencia implica hacer un uso sensato
de ese saber. No obstante, el
modo para identificar la cualidad de ser inteligente ha sido enormemente
debatido.... La inteligencia es una
cualidad que todos los seres humanos poseemos, aunque no todos podemos tenerla
de igual manera estimulada y desarrollada. Se
trata de poner en juego nuestros conocimientos y aptitudes en todas las
acciones de nuestra vida cotidiana, y por ello somos capaces de desafiar
obstáculos.
El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva
de inteligere. Esta es una palabra
compuesta por otros dos términos: intus
(“entre”) y legere (“escoger”). Por lo tanto, el
origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia
posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución
de situaciones. De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es
inteligente cuando es capaz de de escoger la mejor opción entre las
posibilidades que se presentan a su alcance para solventar cualquier complicación.
Con estas definiciones, hay muchas más,
pero caeríamos en reiteración porque en esencia todas dicen lo mismo, fruto del estudio de diversas fuentes
autorizadas del mundo intelectual, he querido hacer una semblanza para dar una
idea clara sobre en que consiste la inteligencia. Pero vayamos por partes,
antes de etiquetar a un estúpido como alguien falto de ella, se ha de decir que
cualquiera en un momento dado puede cometer una estupidez, hasta las personas
más capacitadas intelectualmente pueden llegar a ello, y no por eso los vamos a
tildar de estúpidos. Si se llevan ese apelativo aquellos humanos que reiteran
perniciosamente en la producción de estupideces de forma continua y en la forma
que fuere. Ahí es donde entra el valor de la inteligencia, o mejor dicho la
ausencia de ella como factor determinante en el comportamiento de un individuo.
Decía al inicio que la inteligencia es la facultad de la mente
que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea
determinada de la realidad, con las características propias de cada persona eso
podríamos llamarlo un comportamiento inteligente dentro de lo posible. El
estúpido no comprende siquiera este razonamiento simple porque es incapaz de
asociar ideas o/y pensamientos ligados de una forma lógica o realista.
La resolución de problemas, para estas
personas, siempre están ligadas a aspectos que muchas veces no tienen mucho que
ver con el problema en si realmente, por lo que las posibilidades de acertar en
la real solución de dicha dificultad se ven muy reducidas.
Tienden insistentemente a presumir de saber
muchas cosas y conocer bien a las personas. Bueno la sabiduría o la sapiencia tienen
mucho que ver con el almacén de conocimientos de una persona y su adecuada
aplicación de esos conocimientos. El estúpido suele ser bastante inculto y a
muchas veces ignorante, aunque no lo parezca. También se puede dar la
posibilidad de que encontremos alguno que es “versado” en alguna materia, con
él encontraremos el colmo de la estupidez, su conocimiento le hará doblemente
estúpido.
En la introducción se anota el siguiente
párrafo: La inteligencia es una cualidad
que todos los seres humanos poseemos, aunque no todos podemos tenerla de igual
manera estimulada y desarrollada.
Estoy convencido que los estúpidos
pertenecen a esta última, su inteligencia está poco desarrollada, en algunos
casos nada desarrollada y en muchos es nula. La cerrazón y categórica manera de
expresar sus pensamientos indican poco desarrollo de la capacidad de razonar.
Aunque el término antónimo, desde el punto de vista lingüístico, expresa lo contrario
de un concepto, también hay otras palabras que se oponen a la inteligencia
aparte de estúpido, idiota o débil mental son categorías psicológicas que
determinan la capacidad intelectual de determinados individuos.
La verdad es que si queremos ser algo más
precisos para la estupidez el mejor antónimo sería el de entendimiento o
comprensión. Para ello habrá que sumar ciertos aspectos que acompañan a la
inteligencia como son: la sagacidad, la perspicacia, astucia, agudeza y
habilidades. De ellas hablaremos más adelante.
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